Esta mañana, mientras esperaba el tren para ir a trabajar pensaba cómo soy conciente de todos y cada uno de los dolores de mi cuerpo. Al principio, cuando ni siquiera sospechaba que podía tener fibromialgia (ya casi lo digo sin equivocarme) me centraba en tal o cual dolor, pero no relacionaba el cansancio o los problemas para dormir o los cambios de humor o la angustia...No, esas eran cosas independientes que me pasaban en días o momentos diferentes.
Más tarde, cuando los dolores fueron en aumento y aún no sabía a qué se debían, comencé a hacer un recuento de ellos para tenerlo claro a la hora de explicarlo cada vez que una analítica, una ecografia o un estudio cualquiera de los tantos que me hicieron diera negativo. Cómo podía dar negativo todo si yo cada día me sentía peor? Aunque no quería y temía profundamente que algunos de esos estudios dieran positivo, en el fondo esperaba que hubiera algo porque no hay nada más frustrante que sentirte cada vez peor y que te digan que no tienes nada.
Ahora sé que no estoy loca, que los dolores y compañía no me los invento. Asi que ahora soy más conciente de mi cuerpo y de mis sensaciones. Y cuando me despierto como hoy, "casi" sin dolores, es una maravilla.
El caso es que estaba yo esperando el tren mientras pensaba en estas cosas y fui conciente que en poco más de hora y media desde que me desperté "casi" sin dolores, éstos han ido haciendo gala de su presencia como para decirme: "Hoy hay sol, pero no te abandonamos".
Y sabes qué? a pesar de ellos, hoy no han podido arruinarme el buen humor.