De la misma manera que no puedo evitar tener dolores cada día y estar cansada y no dormir o dormir poco y esta fibroniebla (le copié el término a Noe) que ataca mi cabeza y unas cuantas cosas más.
Entonces, viendo como el agua se escurre entre mis dedos, llego a la conclusión que puedo hacer dos cosas: o disfruto del frescor del agua cayendo por mis brazos o me frustro por no poder retenerla.
Hoy me duele, como cada día. Pero decido disfrutar.
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