Llueve. Y la lluvia siempre me trae dolor. Aunque ahora esté anestesiada. Llueve y la lluvia lava todo lo que está sucio, como el agua lava el maquillaje que anoche me puse para tapar las ojeras.
Llueve. En la calle y en mi alma.
Pero para eso no hay lluvia suficiente porque no existe maquillaje para el alma.
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