jueves, 19 de mayo de 2011

Sobre tobillos rotos, margaritas y el valor de la amistad

Hace más de tres meses que no escribo por aquí. Supongo que han pasado tantas cosas (pocas buenas) y que me he quejado tanto últimamente que ya me parecía excesivo ponerlo por escrito y dejar mis miserias expuestas a quien quisiera leerlas.
Pareciera ser que a raíz de mi caída, la fibro haya pasado a un segundo plano y en cierto modo es así. El organismo es sabio y esta vez, mi compañera inseparable ha sabido ponerse a la altura de las circunstancias y se ha portado bastante bien durante este duro, largo y doloroso proceso de recuperación de mi pie. Es cierto que ha habido días que he tenido que arrastrarme hasta el baño porque los brazos y sobre todo las muñecas no me soportaban. Es cierto que ha habido días que el pie sano no me sostenía ni un par de minutos. Es cierto que ha habido muchas noches de insomnio y muchas tardes de dolor que me obligaban a sacar fuerzas de lugares que no creía ni que existían. Es cierto que alguna vez (bueno, va...muchas veces) he llorado de rabia y de impotencia en medio de la calle por ser incapaz de dar dos pasos porque simplemente se me había agotado la energía y los brazos ya no me respondían. Pero en general, se ha mantenido en un discreto segundo plano y le ha dado el protagonismo a mi precioso tobillo roto.

Tener fibromialgia es muy jodido. Tener una fractura trimaleolar que te impide caminar y hacer vida normal y utilizar muletas durante varios meses, es muy jodido. Tener ambas cosas al mismo tiempo, además de jodido puede llegar a ser desquiciante.

Pero el tiempo pasa y las cosas se ponen en su sitio. Aún no camino normalmente y necesito de ambas muletas para hacerlo. Me levanto cada día para ir a rehabilitación y cada paso que doy es muy doloroso. Pero el tobillo va curando y mis brazos comienzan a descansar. poco a poco recupero la normalidad con pequeños paseos y un poquito más de independencia.

Desde hace dos días que noto un gran avance y por fin me he permitido mirar a mi alrededor y descubrir que es cierto, que es primavera. Y será por eso que hoy, a las siete de la mañana, he llorado de emoción cuando Keren me ha regalado con todo su cariño la primavera de su amistad.

No hay comentarios:

Template by:
Free Blog Templates